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Francisco García Calderón (1881)

Francisco García Calderón Landa, nacido el 2 de abril de 1834 en Arequipa, fue una figura política y jurídica peruana que brevemente ocupó la presidencia provisional del Perú en 1881 durante la ocupación chilena en la Guerra del Pacífico (1879-1884). Su mandato se caracteriza por su intento de negociar la paz con Chile y su negativa a ceder territorio peruano, lo que lo llevó a ser encarcelado por las fuerzas chilenas.

Abogado de formación, García Calderón se convirtió en una figura respetada en los círculos académicos y jurídicos del Perú antes de involucrarse en la política. Cuando estalló la Guerra del Pacífico, el Perú fue rápidamente invadido por las fuerzas chilenas, y en 1881, Lima cayó bajo ocupación chilena. En medio de esta crisis nacional, García Calderón fue nombrado presidente provisional por una asamblea nacional en Chorrillos, con la tarea de negociar la paz.

Sin embargo, las negociaciones fueron extremadamente complejas. García Calderón adoptó una postura firme, negándose a ceder la región de Tarapacá y otros territorios reclamados por Chile. Su negativa a someterse a las condiciones chilenas condujo a su arresto por las autoridades chilenas en septiembre de 1881. Fue encarcelado en Valparaíso, Chile, y luego trasladado a Santiago, donde pasó más de dos años en cautiverio. Su encarcelamiento lo convirtió en un símbolo de resistencia y honor para muchos peruanos.

Durante su detención, el Perú continuó buscando una solución a la guerra, y finalmente, en 1883, Miguel Iglesias, quien había tomado el poder al frente de un gobierno rival, firmó el Tratado de Ancón, aceptando la cesión de Tarapacá a Chile. Este tratado puso fin oficialmente a la Guerra del Pacífico.

Después de su liberación, García Calderón regresó al Perú, pero ya no ocupó cargos políticos importantes. Permaneció activo en la vida académica y continuó trabajando como abogado y académico respetado. Falleció en Lima el 21 de septiembre de 1905.

García Calderón es a menudo considerado como un símbolo de la dignidad y resistencia peruana frente a la agresión extranjera. Aunque su papel como presidente provisional fue breve y marcado por circunstancias difíciles, es respetado por su negativa a ceder territorio peruano, incluso a costa de su libertad.