Nicolás Lindley López es una figura clave en la política peruana, conocido principalmente por haber sido uno de los líderes del golpe militar de 1962 que derrocó al presidente Manuel Prado, y por haber ejercido brevemente como jefe de estado de facto de 1963 a 1964 como líder de la junta militar. Nacido el 16 de noviembre de 1908 en Lima, en una familia peruana de ascendencia inglesa, Lindley siguió una carrera militar desde joven.
Lindley estudió en la Escuela Militar de Chorrillos, donde ascendió en las filas hasta convertirse en general del ejército peruano. Su carrera militar se destacó por un avance constante, ganándose el respeto de sus compañeros y de las élites políticas por su profesionalismo y enfoque disciplinado del mando militar.
El 18 de julio de 1962, en medio de una crisis política y económica, Lindley, entonces jefe del Estado Mayor del ejército, desempeñó un papel central en el golpe militar que derrocó al presidente Manuel Prado Ugarteche. El golpe fue justificado por denuncias de fraude electoral en las elecciones presidenciales de 1962. El gobierno civil fue reemplazado por una junta militar liderada por Ricardo Pérez Godoy, con Lindley como la segunda figura más importante.
Sin embargo, pronto surgieron tensiones dentro de la junta militar, particularmente entre Pérez Godoy y Lindley. En 1963, Lindley derrocó a Pérez Godoy y asumió la presidencia de facto del Perú el 3 de marzo de 1963. Durante su breve mandato, Lindley supervisó la preparación de elecciones democráticas, cumpliendo la promesa de la junta militar de devolver el poder a los civiles tras un período de transición.
Bajo el liderazgo de Lindley, se celebraron elecciones presidenciales en 1963, que resultaron en la victoria de Fernando Belaúnde Terry. Lindley cumplió su promesa de restaurar la democracia y transfirió pacíficamente el poder a Belaúnde el 28 de julio de 1963, marcando el final de su presidencia.
Tras dejar el cargo, Lindley continuó sirviendo en el ejército y ocupó varios cargos diplomáticos, incluido el de embajador del Perú en España, donde trabajó para fortalecer las relaciones entre ambos países. Se retiró de la vida pública y militar a fines de la década de 1960.
Nicolás Lindley falleció el 3 de mayo de 1995 en Lima. Su legado está marcado por su papel en la transición de 1962-1963, un período crucial en la historia del Perú. Si bien fue criticado por su participación en el golpe de 1962, también se le reconoce por haber respetado sus compromisos y haber permitido el regreso a la democracia en circunstancias difíciles.