Juan Velasco Alvarado es una figura clave en la historia política del Perú, habiendo liderado el país como presidente de facto tras un golpe militar en 1968. Nacido el 16 de junio de 1910 en Piura, en una familia modesta, Velasco ascendió en las filas del ejército hasta convertirse en general y luego en presidente. Su gobierno, conocido como el "Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas", es recordado por una serie de reformas radicales destinadas a transformar la estructura social, política y económica del Perú.
Velasco comenzó su carrera militar en la Escuela Militar de Chorrillos, donde destacó por su capacidad de liderazgo. Ocupó varios puestos clave de mando en el ejército peruano y desarrolló una reputación como un oficial comprometido y nacionalista. En 1968, Velasco lideró un golpe contra el presidente electo Fernando Belaúnde Terry, acusándolo de mala gestión económica y de favorecer los intereses extranjeros, especialmente en el sector petrolero.
Una vez en el poder, Velasco implementó un programa de reformas profundas, a menudo descritas como una "revolución desde arriba". Una de las acciones más importantes de su gobierno fue la reforma agraria de 1969, que tenía como objetivo redistribuir las tierras de los grandes propietarios a los campesinos y las comunidades indígenas. Esta reforma, aunque popular entre las clases rurales, enfureció a las élites económicas y a los terratenientes, cuyos intereses fueron directamente afectados.
Además de la reforma agraria, Velasco nacionalizó varios sectores clave de la economía, incluidas las industrias petrolera, minera y eléctrica. También promovió políticas de sustitución de importaciones para fomentar el desarrollo industrial interno y reducir la dependencia del país de los productos extranjeros. Bajo su liderazgo, el Perú fortaleció sus lazos con otros países en desarrollo y se acercó a los movimientos de izquierda en América Latina.
En el ámbito social, Velasco buscó fortalecer los derechos de los trabajadores y mejorar las condiciones de vida de las clases populares. Adoptó una retórica nacionalista y antiimperialista, criticando con frecuencia la influencia de los Estados Unidos y las multinacionales en la economía peruana. Sin embargo, su gobierno también fue criticado por su tendencia autoritaria, ya que se restringió la libertad de prensa y se reprimió a la oposición política.
A partir de 1973, el gobierno de Velasco enfrentó crecientes dificultades económicas, agravadas por la caída de los precios de las materias primas y una inflación descontrolada. Su gestión económica comenzó a generar críticas, incluso entre sus aliados militares. En 1975, Velasco fue derrocado en un golpe interno liderado por su propio primer ministro y ministro de Guerra, el general Francisco Morales Bermúdez.
A pesar del abrupto final de su gobierno, el legado de Juan Velasco Alvarado sigue profundamente arraigado en la historia del Perú. Sus reformas agrarias y políticas de nacionalización tuvieron un impacto duradero en el país, alterando significativamente su estructura social y económica. Para algunos, es considerado un héroe nacional, defensor de las clases populares y promotor de la justicia social. Para otros, es visto como un líder autoritario cuyas políticas económicas llevaron a dificultades y divisiones sociales. Velasco falleció el 24 de diciembre de 1977, después de sufrir complicaciones de salud tras su salida del poder.