Miguel de San Román y Meza, nacido el 17 de mayo de 1802 en Puno, fue un militar y político peruano que ejerció la presidencia del Perú en 1863. Aunque su mandato fue breve, es una figura importante en la historia militar y política del país durante el siglo XIX.
San Román comenzó su carrera militar a una edad temprana, participando en la Guerra de Independencia del Perú contra España. Rápidamente se destacó por su valentía y liderazgo, ascendiendo en las filas del ejército peruano. Después de la independencia, participó en varias campañas militares durante las guerras civiles que marcaron la historia del Perú en el siglo XIX, y también ocupó varios puestos importantes en la administración militar.
San Román fue elegido presidente del Perú en 1862, tras una larga y respetada carrera en el ejército. Asumió el cargo en 1863, en una época de inestabilidad política y tensiones diplomáticas con España, particularmente por las islas Chincha, ricas en guano. Sin embargo, su mandato fue corto, ya que falleció solo unos meses después de asumir el cargo, el 3 de abril de 1863, en Lima.
Aunque no tuvo la oportunidad de implementar grandes reformas como presidente, San Román sigue siendo respetado por su servicio militar y su integridad como líder. Su muerte allanó el camino para que Juan Antonio Pezet asumiera la presidencia, enfrentándose luego a las crecientes tensiones con España.
El legado de San Román es principalmente el de un militar ejemplar y un estadista honesto que sirvió a su país en momentos críticos. A menudo es recordado como un símbolo de patriotismo y servicio desinteresado a la nación.