Francisco Sagasti es un ingeniero, investigador y político peruano que dejó una huella significativa en la historia reciente del Perú al asumir la presidencia durante un período de inestabilidad política. Nacido el 10 de octubre de 1944 en Lima, creció en un entorno intelectualmente estimulante, lo que le permitió desarrollar una mentalidad crítica y analítica desde temprana edad. Estudió ingeniería industrial en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) en Lima y luego obtuvo una maestría en ingeniería industrial en la Universidad Estatal de Pensilvania y un doctorado en planificación de sistemas en la Universidad de Pensilvania.
La carrera de Francisco Sagasti comenzó como investigador y estratega, centrándose principalmente en el desarrollo y la tecnología. Trabajó en varias organizaciones internacionales, incluidas el Banco Mundial y las Naciones Unidas, donde se especializó en desarrollo tecnológico y gestión del conocimiento. Durante muchos años, también fue investigador en el Grupo de Análisis para el Desarrollo (GRADE) en Perú y publicó numerosas obras sobre desarrollo, ciencia y tecnología. Como intelectual respetado, dedicó gran parte de su vida a reflexionar sobre el desarrollo sostenible y cómo los países en desarrollo pueden aprovechar la tecnología para mejorar sus condiciones socioeconómicas.
Su carrera política dio un giro decisivo cuando fue elegido al Congreso peruano en 2020 bajo el partido centrista Morado, fundado por Julio Guzmán. Sagasti se destacó rápidamente como una figura de diálogo y moderación en un Congreso altamente polarizado, marcado por tensiones crecientes entre diferentes facciones políticas. Su reputación como intelectual respetado y su enfoque pragmático lo convirtieron en una voz de razón en un entorno político frecuentemente dominado por la confrontación.
El 9 de noviembre de 2020, en medio de una crisis política tras la destitución de Martín Vizcarra por el Congreso, Sagasti fue elegido presidente del Congreso. Esta elección fue vista como un compromiso para calmar la situación, después de que la corta presidencia de Manuel Merino, sucesor de Vizcarra, provocara protestas masivas y una represión violenta que causó la muerte de varios jóvenes manifestantes. Como presidente del Congreso, Sagasti asumió la presidencia interina de la República el 16 de noviembre de 2020, en un contexto de gran inestabilidad social y política.
Como presidente interino, Francisco Sagasti buscó restaurar la estabilidad en el país y organizar elecciones transparentes que permitieran una transición democrática sin contratiempos. Su mandato, aunque breve, estuvo marcado por su compromiso con la defensa de los derechos humanos, la democracia y el estado de derecho. Sagasti tomó medidas para reducir las tensiones sociales abriendo canales de diálogo con diversos sectores de la sociedad civil, al tiempo que garantizaba que la gestión de la pandemia de COVID-19 siguiera siendo una prioridad.
Bajo su liderazgo, el Perú continuó enfrentando los desafíos planteados por la pandemia, en particular en lo que respecta a la distribución de vacunas y la recuperación económica. Sagasti trabajó para fortalecer las instituciones democráticas y se esforzó por restaurar la confianza pública en el gobierno tras los tumultos políticos que habían sacudido al país.
A pesar de sus esfuerzos, Sagasti enfrentó críticas de sectores políticos más radicales que lo acusaban de no actuar con la rapidez o la decisión necesarias. Sin embargo, su estilo de liderazgo, basado en la reflexión, el diálogo y la moderación, ayudó a evitar una mayor escalada de los conflictos durante su mandato.
Francisco Sagasti entregó el poder a Pedro Castillo el 28 de julio de 2021, tras unas elecciones presidenciales marcadas por una fuerte polarización y resultados muy disputados. Aunque ocupó la presidencia solo durante ocho meses, su papel en la gestión de este período de crisis dejó una huella duradera en la política peruana. Muchos consideran que su enfoque calmado y razonado fue clave para evitar una ruptura institucional más grave, permitiendo que el Perú preservara su orden constitucional.
Después de dejar la presidencia, Francisco Sagasti volvió a la vida académica y continúa expresándose sobre temas relacionados con la gobernanza, el desarrollo y la ciencia. Su legado como presidente interino es el de un líder intelectual que, en un momento crítico, encarnó los valores democráticos y la búsqueda del bien común.