Juan Francisco de Vidal, a menudo llamado Francisco Vidal, fue una figura política y militar peruana que desempeñó un papel central durante los periodos de transición política en el Perú del siglo XIX. Nacido en Supe, cerca de Lima, en 1800, Vidal se convirtió en una de las figuras principales del ejército peruano tras las guerras de independencia y sirvió dos veces como presidente del Perú, en 1842 y de 1843 a 1844. Su mandato se desarrolló en una época marcada por frecuentes conflictos internos y por intentos de estabilizar el país después de la independencia.
Vidal sirvió inicialmente como oficial en el ejército, destacándose durante las campañas militares contra las fuerzas realistas durante las guerras de independencia. Tras la derrota de los españoles, ascendió en las filas militares y desempeñó un papel importante en los muchos conflictos internos que surgieron entre las diversas facciones peruanas. En 1842, en medio de una crisis política y militar, derrocó a Juan Crisóstomo Torrico tras la victoria de sus fuerzas en la Batalla de Agua Santa.
Vidal fue proclamado entonces presidente provisional del Perú, pero su gobierno fue solo temporal. Las luchas internas en el Perú, junto con las rivalidades entre las facciones militares y políticas, hicieron difícil consolidar el poder. En 1843, tras una serie de conflictos y acuerdos políticos, Vidal volvió brevemente al poder.
Durante su presidencia, Vidal buscó estabilizar la situación política y fortalecer las instituciones del país. Trabajó para reorganizar la administración e intentó restablecer el orden en un gobierno desestabilizado por las luchas entre facciones. Sin embargo, su segundo mandato también fue breve, ya que fue reemplazado en 1844 por Ramón Castilla, quien se convertiría en uno de los líderes más influyentes del Perú.
Tras dejar la presidencia, Francisco Vidal se retiró de la vida política activa, aunque continuó desempeñando un papel en los círculos militares. Falleció en 1863.
Aunque sus presidencias fueron relativamente breves, Francisco Vidal es considerado una de las figuras clave durante el caótico periodo que siguió a la independencia del Perú. Se le reconoce por sus esfuerzos por estabilizar el gobierno en una época marcada por rivalidades militares y políticas que dificultaron la consolidación de la joven república peruana.