David Samanez Ocampo, nacido el 4 de noviembre de 1866 en Andahuaylas, fue un político peruano que desempeñó un papel clave en la transición política del Perú en un momento crítico de su historia. Aunque solo ocupó la presidencia del Perú por un breve período en 1931, su mandato como presidente provisional fue crucial para restablecer el orden y allanar el camino hacia elecciones democráticas tras una serie de crisis políticas.
Samanez Ocampo pasó gran parte de su carrera como funcionario local y agricultor en la región de Andahuaylas, donde era muy respetado por su integridad y sentido de justicia. Su reputación de imparcialidad y dedicación al bienestar de sus conciudadanos le valió el reconocimiento nacional. Durante la primera mitad del siglo XX, el Perú estuvo marcado por golpes de estado militares, disturbios políticos y una sucesión de gobiernos inestables.
En 1930, tras la caída del presidente Augusto B. Leguía, el Perú se sumió en un período de gran inestabilidad. El general Luis Miguel Sánchez Cerro tomó el poder a través de un golpe de estado, pero pronto renunció ante la creciente oposición. En este contexto, Samanez Ocampo fue llamado a asumir la presidencia como líder provisional. A los 65 años, era reconocido por su sabiduría e imparcialidad, lo que lo convirtió en una figura de transición ideal para restaurar la estabilidad.
El mandato de Samanez Ocampo como presidente provisional, de marzo a diciembre de 1931, fue breve pero crucial. Logró organizar elecciones libres, marcando el retorno a la democracia tras años de dictadura militar. Bajo su liderazgo, se implementaron reformas electorales, incluyendo el establecimiento del voto secreto y sistemas de registro de votantes más transparentes. Estas elecciones llevaron a la elección de Luis Miguel Sánchez Cerro, quien regresó al poder de manera democrática tras ganar las elecciones presidenciales.
Después de terminar su mandato, Samanez Ocampo se retiró de la vida política, pero dejó un legado importante como líder de transición que ayudó al Perú a recuperar un grado de estabilidad democrática. Falleció en 1947, dejando un ejemplo de liderazgo basado en la integridad, la moderación y el respeto por los procesos democráticos.