Remigio Morales Bermúdez, nacido el 30 de septiembre de 1836 en Pica, Chile (entonces provincia peruana), fue un militar y político peruano que ocupó la presidencia del Perú desde 1890 hasta su muerte en 1894. Su mandato, aunque relativamente pacífico al principio, estuvo marcado por tensiones políticas crecientes hacia el final, particularmente con el ascenso de figuras políticas como Nicolás de Piérola.
Morales Bermúdez tuvo una larga carrera militar antes de ingresar a la política. Se distinguió durante la Guerra del Pacífico (1879-1884) contra Chile, lo que le valió un reconocimiento nacional. Después de la guerra, se dedicó a la política y se convirtió en vicepresidente bajo el mandato de Andrés Avelino Cáceres, a quien sucedió en la presidencia en 1890.
Su presidencia se caracterizó por los esfuerzos por mantener el orden y la estabilidad en un país que aún se recuperaba de los estragos de la Guerra del Pacífico. Morales Bermúdez trabajó para fortalecer las instituciones y estabilizar la economía peruana, manteniendo una postura política moderada y evitando conflictos mayores. Sin embargo, hacia el final de su mandato, las tensiones políticas aumentaron, especialmente con la creciente oposición de Piérola y sus seguidores, quienes buscaban derrocar al gobierno.
En 1894, Morales Bermúdez cayó gravemente enfermo y no pudo completar su mandato. Falleció el 1 de abril de 1894, dejando un importante vacío político. Su sucesor provisional, Justiniano Borgoño, asumió temporalmente el poder, pero esto solo exacerbó las tensiones políticas, lo que eventualmente llevó a una guerra civil.
Remigio Morales Bermúdez es ahora una figura relativamente olvidada en la historia del Perú, aunque su presidencia se ve como un intento de mantener la estabilidad durante un período tumultuoso en la historia del país. Su nieto, Francisco Morales Bermúdez, más tarde se convertiría en presidente del Perú en la década de 1970, dejando una huella más duradera en la política peruana.