Fernando Belaúnde Terry es una figura destacada en la política peruana, habiendo sido presidente del Perú en dos ocasiones, de 1963 a 1968 y de 1980 a 1985. Nació el 7 de octubre de 1912 en Lima, en una familia de la élite intelectual peruana. Su padre, Rafael Belaúnde, fue primer ministro del Perú, y su madre pertenecía a una familia influyente. Desde joven, Belaúnde mostró un gran interés por los asuntos sociales y políticos, así como una pasión por la arquitectura, que estudió en la Universidad de Texas y en la Universidad de Miami.
Belaúnde comenzó su carrera profesional como arquitecto y urbanista. A su regreso al Perú, fue profesor en la Universidad Católica del Perú y participó en varios proyectos arquitectónicos importantes en el país. Paralelamente, se interesó cada vez más en la política, buscando integrar el desarrollo urbano y las reformas sociales en su acción política. En 1956, fundó el partido Acción Popular, un movimiento centrista y reformista, que abogaba por el desarrollo nacional a través de la mejora de las infraestructuras y la integración de las regiones marginadas.
En 1963, Belaúnde fue elegido presidente del Perú. Su primer mandato se caracterizó por un ambicioso programa de construcción de infraestructuras, especialmente carreteras y viviendas sociales, con el objetivo de desarrollar las zonas rurales y conectar el interior del país. Uno de sus proyectos emblemáticos fue la construcción de la carretera transamazónica, que pretendía unir la costa del Pacífico con las zonas aisladas de la Amazonía. Sin embargo, también tuvo que enfrentarse a muchos desafíos económicos, como el aumento de la inflación y los conflictos con grandes empresas extranjeras, especialmente en los sectores minero y petrolero. Su gobierno fue derrocado en 1968 por un golpe de Estado militar liderado por el general Juan Velasco Alvarado, cuando Belaúnde intentaba nacionalizar algunas compañías petroleras extranjeras.
Después de su exilio en los Estados Unidos y en Francia, Belaúnde regresó a la política peruana en la década de 1970, aprovechando el relativo fracaso de las reformas militares de Velasco. En 1980, fue reelegido presidente en las primeras elecciones democráticas tras el fin del régimen militar. Este segundo mandato se caracterizó por los esfuerzos para restablecer la democracia y reactivar la economía, aunque el contexto fue difícil debido a la crisis económica mundial y al surgimiento del grupo terrorista maoísta, Sendero Luminoso. Belaúnde implementó políticas económicas liberales, fomentó la inversión extranjera y relanzó proyectos de infraestructura para modernizar el país.
Sin embargo, su gobierno fue criticado por la gestión del conflicto con Sendero Luminoso, que continuó ganando fuerza en la década de 1980. Al final de su segundo mandato, en 1985, la situación de seguridad y económica del país se había deteriorado, lo que llevó a la victoria de Alan García en las elecciones de ese año.
A pesar de las dificultades enfrentadas durante sus mandatos, Fernando Belaúnde sigue siendo una figura respetada en la política peruana. Es recordado por su defensa de la democracia, su compromiso con el desarrollo de las regiones rurales y su firme oposición a los regímenes autoritarios. Tras su retiro de la vida política activa, siguió siendo una voz influyente en el debate público hasta su fallecimiento el 4 de junio de 2002.