Mariano Herencia Zevallos fue un político peruano que desempeñó un papel clave durante un periodo de transición importante en la historia del Perú. Nacido en 1820 en Huancavelica, es más conocido por haber sido presidente provisional del Perú en 1872, tras el asesinato del presidente electo José Balta. Su breve mandato se desarrolló en un contexto de gran inestabilidad política y cambios en el país.
Herencia Zevallos había hecho carrera como funcionario y político, ascendiendo en diversos cargos públicos. Su influencia creció en la década de 1860, cuando el Perú estaba plagado de conflictos internos y luchas por el poder. Se convirtió en vicepresidente bajo el gobierno de José Balta, elegido en 1868. Cuando Balta fue asesinado en 1872 en el marco de un golpe de estado liderado por el coronel Tomás Gutiérrez, Herencia Zevallos se encontró repentinamente al frente del Estado como presidente interino.
El golpe de Gutiérrez fue mal recibido por la población y provocó un levantamiento general contra los conspiradores. Tras la caída de Gutiérrez, Herencia Zevallos asumió la presidencia provisional, supervisando la transición del poder. Su mandato fue breve, pero desempeñó un papel crucial en la estabilización del país tras el intento de golpe de estado y en la organización de elecciones para asegurar una transferencia de poder pacífica.
Mariano Herencia Zevallos cedió rápidamente la presidencia a Manuel Pardo, quien se convirtió en el primer presidente civil elegido democráticamente en la historia del Perú. Esta transición marcó un punto de inflexión en la política peruana, con la llegada de civiles a posiciones de gobierno que antes habían estado dominadas por militares.
Tras su breve paso por el poder, Herencia Zevallos se retiró de la vida pública y se dedicó a actividades privadas. Falleció en 1873, poco después de dejar el cargo.
Aunque su mandato fue breve, Mariano Herencia Zevallos es reconocido por su papel vital en el mantenimiento de la estabilidad política en el Perú tras el asesinato de José Balta. Fue una figura de transición que contribuyó a la instauración de un gobierno civil en el Perú, marcando el fin de una era de dominación militar en la política peruana.