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Justo antes de llegar a la pequeña ciudad de Nazca, se atraviesa una vasta llanura desértica, similar a la del Tademait en el Sahara. Es en esta pampa árida que se descubrieron en 1939 unas extrañas figuras, probablemente trazadas entre los años 300 y 900 de nuestra era. Lamentablemente, la carretera Panamericana corta esa zona. Estos gigantescos motivos, dibujados o grabados directamente en el desierto de Nazca, se extienden por decenas de kilómetros. A su alrededor se han grabado curiosas figuras de animales estilizados (mono, araña, colibrí entre otros). Estas figuras atraviesan acantilados o escalan montañas sin que sus formas se vean alteradas. Algunas de estas líneas parecen senderos profundos que pueden alcanzar un ancho de más de 3 metros. A día de hoy, los arqueólogos siguen debatiendo sobre el propósito exacto de estas figuras. Algunos piensan que eran parte de un complejo calendario astronómico, mientras que otros creen que tenían un significado ritual o religioso.
Los sacerdotes de Nazca fueron notables astrónomos. Hoy en día se piensa que estos dibujos son representaciones de figuras formadas por los astros. Algunas de estas figuras aparecen en el cielo en épocas precisas, que corresponden a periodos agrícolas fundamentales como la siembra, las lluvias y las cosechas. En función de los astros, los campesinos decidían sus actividades agrícolas. Todos estos dibujos tienen un acceso para que las personas puedan entrar sin pisar una sola línea. La unidad de medida utilizada era el antebrazo humano (32,5 cm), y el número 8 era sagrado para ellos (como en el caso de la araña, que tiene 8 patas). Las investigaciones más recientes han revelado que algunas de las líneas también estaban alineadas con fenómenos naturales como el solsticio y el equinoccio, lo que refuerza la teoría de que las líneas tenían un propósito relacionado con el calendario agrícola.
Pero lo más misterioso son las gigantescas líneas rectilíneas que se superponen. Según algunos etnólogos, como Charroux, que no temía las teorías audaces, estas líneas podrían haber sido obra de extraterrestres. Sin embargo, las investigaciones más serias señalan que estas líneas perfectamente rectas, algunas de hasta 10 km de longitud, no son pistas de aterrizaje para naves espaciales. Servían para alinear el Sol, la Luna y algunas estrellas para calcular las estaciones. Otros estudios recientes sugieren que las líneas podrían haber sido usadas como rutas ceremoniales o caminos sagrados, en los que se realizaban rituales en fechas específicas.
María Reiche (1903, Alemania – 1998, Perú), conocida como "La Dama de Nazca", fue una de las principales investigadoras de las líneas. Aunque han pasado más de 25 años desde su fallecimiento, su legado sigue vivo. Llegó a Nazca en 1946 por casualidad, y nunca se fue. Es gracias a ella que tenemos las interpretaciones más serias de las líneas. Vivió todo el año en el hotel de Turistas a la entrada de la ciudad, sus gastos cubiertos por el gobierno peruano en homenaje a sus investigaciones. Anécdota interesante: todas las figuras de Nazca tienen 4 dedos... igual que María Reiche. Hoy en día, el museo María Reiche, ubicado cerca de Nazca, exhibe sus herramientas de trabajo y documentos relacionados con sus estudios, lo que permite a los visitantes conocer mejor la vida de esta extraordinaria mujer.
Un consejo antes de sobrevolar las líneas: no coma nada antes del vuelo... ¡podría arrepentirse! El avión vuela a 300 metros de altura a una velocidad de 220 km/h, por lo que se recomienda usar una cámara con un obturador rápido y un filtro polarizante para evitar los reflejos en las ventanas. Los objetivos recomendados son de 50 mm y 135 mm. Hoy en día, hay varias compañías que ofrecen vuelos turísticos sobre las líneas de Nazca, y se recomienda reservar con anticipación, especialmente en temporada alta (de mayo a octubre).
El clima en esta región es cálido y seco durante todo el año, lo que la hace ideal para visitas en cualquier momento. Además de las famosas líneas, los visitantes pueden explorar otros lugares de interés cercanos. Uno de los más impresionantes es el cementerio de Chauchilla, donde se encuentran momias prehispánicas en buen estado de conservación. También son de interés los antiguos acueductos de Cantalloc, que muestran el avanzado conocimiento hidráulico de los Nazca. Además, los turistas pueden visitar los talleres de artesanos locales, donde se fabrican cerámicas tradicionales y se trabaja el oro, siguiendo técnicas ancestrales que se han transmitido de generación en generación. Un recorrido por Nazca no está completo sin una visita al planetario María Reiche, que ofrece una explicación detallada sobre las teorías astronómicas relacionadas con las líneas.