Aunque abrazó el progreso europeo, la sociedad peruana no pudo deshacerse de sus costumbres coloniales. Ceremonias religiosas públicas, como las procesiones, siguieron abundando, sin que el ateísmo en boga en Europa calara en los hombres peruanos.
Aunque abrazó el progreso europeo, la sociedad peruana no pudo deshacerse de sus costumbres coloniales. Ceremonias religiosas públicas, como las procesiones, siguieron abundando, sin que el ateísmo en boga en Europa calara en los hombres peruanos.