Las valles de Moquegua han sido explotados desde tiempos coloniales. Sus viñedos y olivos tuvieron gran demanda por lo que eran comercializados principalmente en el circuito sureño (Arequipa-Cuzco-Alto Perú). Algunas casas de los hacendados coloniales aún se mantienen de pie pero en muy malas condiciones pues desde hace muchos años no se les restaura.