La calidad pictórica es una de las mejores características de la cultura Nazca. La gama de colores utilizados llega a once, siendo los más empleados el naranja, blanco, ocre, negro, gris, rojo y púrpura. La superficie de estas piezas se pulió bastante e igualmente la arcilla utilizada era muy fina, garantizando así una obra de excepcional belleza.