Yo, mamá, mis dos hermanos
y muchos peruanitos
abrimos un hueco hondo,
hondo
donde nos guarecemos,
porque arriba todo tiene
dueño,
todo está cerrado con llave,
sellado
firmemente,
porque arriba todo tiene reserva:
la sombra del
árbol, las flores,
los frutos, el techo, las ruedas,
el
agua, los lápices,
y optamos por hundirnos
en el fondo de la
tierra,
más abajo que nunca,
lejos muy lejos de los
jefes,
hoy domingo,
lejos muy lejos de los dueños,
entre
las patas de los animalitos,
porque arriba
hay algunos que
manejan todo,
que escriben, que cantan, que bailan,
que
hablan hermosamente,
y nosotros rojos de vergüenza,
tan sólo
deseamos desaparecer
en pedacitititos