El licenciado Cristóbal Vaca de Castro fue encargado por la Corona española para poner fin a las disputas entre pizarristas y almagristas en el Perú. Al llegar, Pizarro había sido muerto y Almagro el Joven se encontraba alzado. Vaca de Castro lo derrotó en la batalla de Chupas y ordenó su ejecución.