La saya era un vestido para visitas de día. El manto cubría la cabeza de la mujer dejando un solo ojo destapado; y se decía que, bajo éste, era muy difícil reconocer a la persona. En la época la saya y el manto habían pasado ya al recuerdo, aunque se mantuvo durante algún tiempo más la costumbre de cubrirse, pero ya no totalmente, con una manta. Fotografía: Eugenio Maunoury. Lima, 1860-1873. Colección privada. / Perú emergente. SED Ediciones. El Comercio